En la consulta encontrarás acompañamiento psicológico y neuropsicológico orientado a recuperar el equilibrio, mejorar la calidad de vida y fomentar el bienestar mental. Mi trabajo se basa en el estudio profundo de la relación entre cerebro y conducta, integrando el rigor científico con el respeto y cercanía humana que requiere cada circunstancia personal.
Es posible comenzar un proceso terapéutico, que generalmente se compone de diferentes fases: consulta, evaluación, intervención y seguimiento.
Así mismo, pueden solicitarse servicios externos, donde se estudian aspectos psicológicos, neuropsicológicos o psicofisiológicos específicos, a petición de la persona o profesional interesado/a.
A continuación encontrarás una breve descripción de todos ellos, que puede orientar sobre cuál puede adaptarse mejor a tu caso. Puedes consultar precios e información sin compromiso por whatsapp en el número (+34) 613122052 o directamente pulsando aquí.
Suele ser la primera toma de contacto donde explorar la conveniencia de iniciar un proceso terapéutico o valorar una posible derivación a otros profesionales.
También es útil para aquellos momentos en los que resulte necesario revisar o abordar aspectos específicos de un proceso terapéutico en curso.
Por último, permite recibir asesoramiento y orientación directa y personalizada sobre una situación concreta o en aquellas situaciones donde se requiera una opinión alternativa o adicional sobre un caso.
Supone un proceso estructurado, generalmente entre 3 y 4 sesiones, y personalizado según las características y necesidades que presente cada caso. Está diseñado para comprender en profundidad el origen de las dificultades cognitivas, emocionales o conductuales, así como su repercusión en el funcionamiento de la persona.
La evaluación combina la aplicación de entrevistas semiestructuradas, selección de instrumentos psicométricos estandarizados y registro psicofisiológico de la actividad cerebral. El objetivo es obtener datos precisos que permitan establecer la relación entre las variables que intervienen. Además, proporciona una visión detallada del funcionamiento psicológico, neuropsicológico y psicofisiológico de la persona, que puede utilizarse para monitorizar la evolución y el efecto de cualquier intervención terapéutica.
En definitiva, el proceso de evaluación permite comprender el problema y el funcionamiento mental de la persona, siendo imprescindible para establecer el punto de partida, los objetivos terapéuticos y trazar un plan de intervención acorde y efectivo.
Un programa de sesiones personalizado, orientado a trabajar los objetivos definidos generalmente en la evaluación. La duración total del programa de intervención depende del caso, su problemática y de cómo evolucione la persona. El enfoque combina técnicas basadas en la evidencia científica de la corriente cognitivo-conductual, con acompañamiento cercano, promoviendo cambios sostenibles.
Para que la intervención sea efectiva, es necesario programar al menos una sesión semanal o quincenal, dependiendo del caso.
Finalizado el proceso de intervención, puede establecerse un plan de seguimiento orientado a consolidar los avances y aprendizajes alcanzados. Consiste en sesiones periódicas y espaciadas, según las necesidades, que permiten revisar el progreso, ajustar estrategias y reforzar hábitos, favoreciendo que los cambios se mantengan y se integren a largo plazo.
Es posible que la persona u otros profesionales solo precisen la evaluación de algún aspecto concreto, que no implique necesariamente comenzar un programa terapéutico. Los servicios de evaluación externa ofrecidos para estos casos son:
Evaluación psicofisiológica cerebral: registro y análisis de la actividad electroencefálica cuantitativa, también llamada qEEG o mapeo cerebral. Es una técnica psicofisiológica muy útil a la hora de establecer la relación entre el funcionamiento de las distintas áreas cerebrales y los procesos mentales. Además, permite observar el efecto de un tratamiento sobre la actividad cerebral y calcular muchos otros parámetros relacionados con el neurodesarrollo, la neurodegeneración y las capacidades mentales de la persona en el momento actual y a lo largo del tiempo, pudiendo, además compararse con un grupo normativo equivalente de edad y sexo.
Evaluación de inteligencia: aplicación de test de inteligencia estandarizados para la determinación de CI y valoración de la discapacidad intelectual o las altas capacidades. Especialmente útil para aquellos casos que precisen detectar fortalezas y áreas de mejora. Además puede servir para orientar sobre aspectos educativos o académicos, y sobre áreas potenciales de desarrollo laboral de la persona.
Exploración neuropsicológica: consiste en un examen preliminar, sencillo pero completo, del funcionamiento cognitivo. Útil para establecer el estado mental general de la persona y la fortaleza de su sistema cognitivo.
Evaluación neuropsicológica: análisis completo y pormenorizado de todas las funciones cognitivas (memoria, atención, lenguaje, razonamiento, etc) que permite establecer con precisión un funcionamiento mental normal o alterado. Necesaria en casos donde exista sospecha o se precise confirmación de un deterioro cognitivo.
Evaluación del estado afectivo y la personalidad: destinada a comprender el funcionamiento afectivo-emocional, motivacional y los rasgos de personalidad. Permite profundizar en la forma en que la persona expresa y regula sus emociones, maneja la ansiedad, se relaciona con los demás y afronta las demandas y el estrés del entorno.
Evaluación del desarrollo infantil y adolescente: tiene el objetivo de analizar el desarrollo cognitivo, emocional, social y su relación con posibles dificultades del aprendizaje. Especialmente útil en casos donde se sospeche un desarrollo alterado o no se estén alcanzando los hitos esperados para la edad.
Todos los servicios de evaluación incluyen la expedición de un informe digital detallado con los resultados y una sesión de devolución donde poder trasladar la información, orientar y resolver dudas.